Cuando diseñamos nuestro proyecto educativo, el objetivo era dirigirnos a estudiantes de Educación Primaria, específicamente a los del Ciclo Superior o Tercer Ciclo (11-12 años). A esta edad siguen siendo infantes, pero ya tienen una capacidad de comprensión más avanzada. Además, al ser los mayores del centro o de su etapa, su influencia en los compañeros más pequeños es muy significativa.
Por eso, nuestro proyecto inicial está enfocado en que los alumnos que participan en nuestra situación de aprendizaje no solo aprendan, sino que también puedan compartir lo que descubren con otros estudiantes y despertar en ellos la curiosidad por el bienestar animal.
Sin embargo, sin buscarlo, en 2024 recibimos una propuesta que nos abrió un nuevo camino. Un instituto de secundaria nos contactó buscando ampliar las entidades que ofrecieran la opción de hacer un servicio comunitario.
En Cataluña, desde la última reforma educativa, los estudiantes de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (y, en algunos casos, de 3º) deben dedicar 10 horas fuera del horario lectivo a un servicio comunitario. Este proyecto combina estas horas de voluntariado con actividades teóricas en el aula, promoviendo la conciencia ciudadana y el fortalecimiento del tejido social cercano.
Debemos confesar que al principio teníamos nuestras reservas. Nuestra percepción, probablemente influenciada por los prejuicios de la sociedad actual, era que los adolescentes no se interesarían por temas como el bienestar animal o las protectoras. Pensábamos que estarían desmotivados, pegados a sus móviles y desconectados de este tipo de iniciativas.
¡Qué equivocados estábamos! A principios de año, probamos con un grupo piloto de 8 estudiantes que eligieron nuestra fundación para realizar su Servicio Comunitario, y su actitud fue excepcional. No solo cumplieron con las horas requeridas, sino que muchos se ofrecieron a hacer más.
Esta experiencia nos llevó a plantear un nuevo target para nuestra formación, replanteando nuestras acciones formativas e incluso creando nuevos canales de comunicación para conectar con los adolescentes.
Para poder ofrecer nuestra formación al alumnado de ESO, hemos diseñado un programa adaptado al Servicio Comunitario que combina tres sesiones teóricas y una jornada de voluntariado práctico:
Realizamos tres encuentros donde trabajamos conceptos clave:
Aquí, los estudiantes descubren de primera mano el impacto del abandono y el esfuerzo que conlleva para las protectoras dar una segunda oportunidad a los animales que todavía buscan familia. Esta experiencia les permite conectar emocionalmente con la realidad que muchas veces desconocen.
Ya hemos llegado a acuerdos con dos Institutos de Enseñanza Secundaria (IES), y este primer trimestre del año más de 30 estudiantes participarán en nuestras sesiones y actividades en la protectora. Estamos emocionados por lo que está por venir y por ver cómo crece esta red de jóvenes comprometidos con el bienestar animal.
Cuando diseñamos nuestro proyecto educativo, el objetivo era dirigirnos a estudiantes de Educación Primaria, específicamente a los del Ciclo Superior o Tercer Ciclo (11-12 años). A esta edad siguen siendo infantes, pero ya tienen una capacidad de comprensión más avanzada. Además, al ser los mayores del centro o de su etapa, su influencia en los compañeros más pequeños es muy significativa.
Por eso, nuestro proyecto inicial está enfocado en que los alumnos que participan en nuestra situación de aprendizaje no solo aprendan, sino que también puedan compartir lo que descubren con otros estudiantes y despertar en ellos la curiosidad por el bienestar animal.
Sin embargo, sin buscarlo, en 2024 recibimos una propuesta que nos abrió un nuevo camino. Un instituto de secundaria nos contactó buscando ampliar las entidades que ofrecieran la opción de hacer un servicio comunitario.
En Cataluña, desde la última reforma educativa, los estudiantes de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (y, en algunos casos, de 3º) deben dedicar 10 horas fuera del horario lectivo a un servicio comunitario. Este proyecto combina estas horas de voluntariado con actividades teóricas en el aula, promoviendo la conciencia ciudadana y el fortalecimiento del tejido social cercano.
Debemos confesar que al principio teníamos nuestras reservas. Nuestra percepción, probablemente influenciada por los prejuicios de la sociedad actual, era que los adolescentes no se interesarían por temas como el bienestar animal o las protectoras. Pensábamos que estarían desmotivados, pegados a sus móviles y desconectados de este tipo de iniciativas.
¡Qué equivocados estábamos! A principios de año, probamos con un grupo piloto de 8 estudiantes que eligieron nuestra fundación para realizar su Servicio Comunitario, y su actitud fue excepcional. No solo cumplieron con las horas requeridas, sino que muchos se ofrecieron a hacer más.
Esta experiencia nos llevó a plantear un nuevo target para nuestra formación, replanteando nuestras acciones formativas e incluso creando nuevos canales de comunicación para conectar con los adolescentes.
Para poder ofrecer nuestra formación al alumnado de ESO, hemos diseñado un programa adaptado al Servicio Comunitario que combina tres sesiones teóricas y una jornada de voluntariado práctico:
Realizamos tres encuentros donde trabajamos conceptos clave:
Aquí, los estudiantes descubren de primera mano el impacto del abandono y el esfuerzo que conlleva para las protectoras dar una segunda oportunidad a los animales que todavía buscan familia. Esta experiencia les permite conectar emocionalmente con la realidad que muchas veces desconocen.
Ya hemos llegado a acuerdos con dos Institutos de Enseñanza Secundaria (IES), y este primer trimestre del año más de 30 estudiantes participarán en nuestras sesiones y actividades en la protectora. Estamos emocionados por lo que está por venir y por ver cómo crece esta red de jóvenes comprometidos con el bienestar animal.